Que hermosura la tuya
que te vistes de mañanas claras
y soles eternamente resplandecientes
que con una sonrisa me calmas
llenando mi vacío con tu magia
de tu rostro siempre alegre
siento cosquillas en el alma
cuando esa calidez que hay en tu mirada
me regala el verde de tus ojos
tan llenos de esperanza
que belleza mas tranquila
y que sincera tu presencia
que incluso la siento en tu ausencia
y al estar cercana me calla
en sueños te veo como
ve el sol a su mañana
y la noche a sus estrellas
renaces entre las sombras
y me renuevas
Hermosa calidez, Gerard.
ResponderEliminarBesos
Preciosa poesía. Me ha encantado Gerard. Un abrazo amigo.
ResponderEliminar