CADA PALABRA IMPORTA
            Cada latido importa Cada latido de tu corazón importa. Te recuerda que estás vivo. Cada palabra tiene peso. Escoge bien lo que dirás. No hables por hablar, y jamás muestres desprecio. Las palabras nunca vuelven vacías: siempre traen una consecuencia. Que sean siempre besos, nunca espinas. Que salven vidas, destruyan egos y llenen corazones de presencia. Porque cada palabra cuenta: las que edifican, las envenenadas, las que hieren, las que sanan, las que marcan un alma para siempre. Porque en cada palabra se encienden fuegos: unos queman, otros iluminan. Buscan afirmarse, hallar su propósito, y volver a ti con la misma intención que las creaste. No las uses sin más, úsalas con cariño. Pues esas mismas palabras volverán a ti. Procura que vuelvan con amor, nunca con odio. Pues de lo que de tu boca nace, hablará tu espíritu.