CADA PALABRA IMPORTA
Cada latido importa
Cada latido de tu corazón importa.
Te recuerda que estás vivo.
Cada palabra tiene peso.
Escoge bien lo que dirás.
No hables por hablar,
y jamás muestres desprecio.
Las palabras nunca vuelven vacías:
siempre traen una consecuencia.
Que sean siempre besos,
nunca espinas.
Que salven vidas,
destruyan egos
y llenen corazones de presencia.
Porque cada palabra cuenta:
las que edifican,
las envenenadas,
las que hieren,
las que sanan,
las que marcan un alma
para siempre.
Porque en cada palabra se encienden fuegos:
unos queman,
otros iluminan.
Buscan afirmarse, hallar su propósito,
y volver a ti con la misma intención que las creaste.
No las uses sin más,
úsalas con cariño.
Pues esas mismas palabras volverán a ti.
Procura que vuelvan con amor,
nunca con odio.
Pues de lo que de tu boca nace,
hablará tu espíritu.
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