cuando el volvía de un abismo de falsas promesas.
Se llamaba marta
y era de esas mujeres que al mirarla,
nunca mas puedes olvidarla;
se te queda grabada en la retina de los ojos
y en el recuerdo cuando lograste besarla.
Se enamoraron.
y jugaron a ese juego de miradas perdidas
y besos a escondidas:
de apasionados encuentros
en lugares oscuros
y en donde el sol se iba
para no molestar con su luz
a los amantes que se sometían
a los caprichosos de sus cuerpos.
La vida nunca dejo de sonreirles
y fue dichosa su existencia:
porque nunca olvidaron
que por mucho tiempo que pasara,
siempre seria como el primer día.
Una buena enseñanza que muchos deberíamos seguir Gerard, muy tierno, la constante seducción, no dejar entrar a la rutina y mirarse uno en los ojos del otro, no creo exista mayor placer que ese.
ResponderEliminarMis besos Gerard
Precioso! Todo empieza con una mirada... que bello!
ResponderEliminarUn beso!
¡Que bonito! Ojala la emoción siga siendo como en el primer día, pero que el amor crezca cada vez más grande. Un abrazo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, conste ^^
ResponderEliminarQué bonito!! precioso. Imagino que es real...aunque no importa, a veces pasa. Me emociono siempre contigo. Besos Gerard!!
ResponderEliminarMe llena de emoción. Una historia hermosa, Gracias, poeta hermano. Siempre es un agrado leerte.
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