viernes, 18 de julio de 2014

TEMPERAMENTO

Esclavo de mis palabras,
del impulso imparable,
marcado por una furia
desconocida y tan ajena
que tanto me aleja
y tanto daño me causa.

Sometido por mi concepto del bien,
por mi  idiosincrasia
que me hace vulnerable a otros pensamientos,

doblegado por conocerme justo...

Tan exigente conmigo mismo
y a veces tan  cruel con mi prójimo...
busco el silencio
porque cada vez que hablo hiero.
y me alejo mas de todo aquello que amo.

Sabiendo que en muchos casos no erro,
pero simplemente equivocado
por dejarme llevar por la ira incontenible;
arrasando ante todo...
sin importarme nada...
en esos momentos dejando de ser yo mismo
para convertirme en una bestia incontrolable.

Sin ver, ni oír, guiado por la ira...
sabiendo que mi enfado es por pretender
que los demás tengan los mismos detalles que yo tengo
por pretender que sean tan humanos
tan metódicos y sencillos.
obcecado y terriblemente fuera de sitio.
ya que el mundo dejaría de ser mundo
si todos fuésemos el mismo.

Y cuando llega la calma
y observo....
veo devastado ante mi
todo aquello que he logrado;
por un segundo incontrolado.....
arraso con todo aquello que he amado
y he querido.

Los que me aman me temen
y yo me temo a mi mismo
porque en esos instantes dejo de ser quien siempre he sido
para convertirme en lo que siempre he odiado.
un estúpido y un cretino.

4 comentarios:

  1. Me gusta y lo he compartido en muchos sitios. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Muchas veces uno se puede equivocar y ser egoísta con los seres Amados, pero llega un momento en la vida que uno tiene que reflexionar y escribir una nueva etapa, por que somos seres humanos y nadie nació perfecto y nadie lo será. ¡¡Un escrito bastante heavy y una realidad!! ¡¡Abrazo!!

    ResponderEliminar
  3. Sólo es aceptarnos como somos y aceptar al resto de la misma forma
    un beso, Gerard.

    ResponderEliminar
  4. Es difícil contener la ira, cuando se tienen conceptos muy claros, por lo menos para uno, es complicado convivir con los otros. Lo bueno es reconocerlo, tratar de enmendarlo. Pero no te sientas mal por ello, los que te conocen saben como sos y como tal te aceptan. Tu lealtad y tu franqueza te hace un ser muy querible, mi muy querido Gerard.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar

explicant Jesús.

Sí, del cor surt lo que tu ets  Amb els teus llavis beneixes O malaeixes. Tot lo que pronuncies i declarés te poder Vigila que dius Que de l...