pero mi alma lleva conociendo tu nombre
desde que existía:
te llamas amigo.
Aun habiendo sufrido golpes mas grandes que los míos
tu fortaleza te dignifica;
te hace hermano,
me inspira.
Ahora que he llorado
y que mis lagrimas has hecho tuyas
secándolas de raíz,
con esa mano invisible
que se llama empatia..
tu dulzura me gratifica.
Gracias...
gracias por ser ese punto de equilibrio
en esta vida que ahora siento vacía.
Gracias...
por ser el rostro que me devuelve
mi imagen perdida...
Gracias por ser la mano en el hombro
por escucharme
por aconsejarme
y por ser mi estrella norte.
ese lugar donde quiero llegar
y que tu me muestras dia a dia.
Amigo que hermoso poema me encanto.
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