A ti mi estimada princesa.
Puedo escuchar como las estrellas y la luna cantan tu nombre: Dánae.
Y como los primeros rayos del sol te dedican el resplandor de su belleza.
Naciste de madrugada ,
Eras el sueño de tus padres su alegría.
Y toda la tierra con sus flores crean en ti nuevas fragancias.
Te mando un beso muy grande, mi pequeña princesa.
Y te bendigo con una vida llena de emociones,
Protegida por los ángeles
Sin miedos, sin problemas,
Serás la niña de los ojos del Dios del cielo.
Aunque caigas te levantaras más fuerte
Y ningún mal podrà jamás alcanzarte.
Porque tienes toda una vida pot delante que justo ahora empiezas
Pero nunca estarás sola
Contigo ira siempre la mejor de las compañías
Será el mismo Dios quien camine a tu lado por el resto de los días.
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